Manual de Economía Política. (G.Longo)
El mecanismo de la Investigación científica.
¿Cómo se desarrolla la investigación? La investigación se desarrolla a partir de estas cuatro etapas.
1) En la primera etapa se tiene en cuenta la observación de los hechos. El conocimiento siempre se inicia a partir de los hechos, a partir de la observación de los mismos. Pero para ello se debe tener en cuenta que cualquier observación es ya en sí mismo un principio de análisis, pues lleva consigo una selección, comparaciones, deducciones, etc. Por tanto la tarea de la investigación científica no consiste en registrar y coleccionar hechos, sino en descubrir, tras la apariencia de los fenómenos, su verdadera esencia.
2) En esta segunda etapa se formula una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. En esta etapa la cualidad esencial consiste en poseer una fantasía creadora la cual permite crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad, es decir, de aquellas que se desprenden de la percepción objetiva de la realidad a través de los sentidos, siento esta propiedad, característica del pensamiento humano gracias a la cual la conciencia humana, en principio tiene la capacidad de reflejar la realidad, adquirir ese capacidad de conocerla y modificarla. El concepto de estos dos últimos términos se determina como;
-Conocerla: basado en la observación de la realidad, pero que no vienen dadas por la realidad misma, permite formular hipótesis que más tarde se comprobarán de acuerdo con los hechos.
- Modificarla: la fantasía permite al hombre crear mentalmente la imagen de aquello que no es, pero que se pretende alcanzar o realizar.
La cualidad esencial de esta etapa (fantasía) se complementa con la intuición. La intuición y la fantasía son características propias de los animales más desarrollados. Esta última además de ser creadora ha de estar controlada por una lógica férrea y rigurosa.
3) En la tercera etapa se comprueba rigurosamente que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos, para lo cual será preciso volverlos a observar, ampliando si es necesario el campo de observación a nuevos fenómenos así como en profundizar el análisis de los hechos a conocidos, controlando de todas las formas posibles el grado en que las conclusiones de investigador se ven justificadas y buscando siempre nuevos hechos capaces de confirmar las hipótesis formuladas.
Porque la mayor o menor correspondencia de los hechos reales con las teorías formuladas es el único criterio para comprobar la verosimilitud de una determinada hipótesis. Para ello, la rigurosa comprobación de las hipótesis, bien mediante observaciones posteriores, o bien, mediante todo tipo de experimentos, constituye el trabajo de esta etapa.
Una vez desarrollado estas cuatro etapas el autor se pregunta si es contradictorio afirmar a un tiempo que los hechos han de preceder y han de constituir la base de cualquier elaboración teórica y que cualquier investigación concreta ha de iniciarse tras un proceso de elaboración teórica. La respuesta a esta pregunta, se basa en que los hechos siempre constituyen la base de una elaboración teórica, pero el hombre, en el momento de iniciar una investigación, y mucho antes de que se haya esbozado los fines de la misma y su necesidad, y de que por tanto se iniciado la formulación teórica, posee un bagaje de conocimientos y observaciones empíricas, constituido de forma más o menos espontánea.
El hecho dedicarse a una investigación concreta presupone ya un ciertos interés teórico: en efecto el plantearse un problema constituye una suposición primaria y por tanto una primera formulación teórica, que si bien se deriva de los hechos observados y asimilados anteriormente sin una finalidad definida, es la que inicia la verdadera investigación, consciente y razonada.
El investigador para realizar la investigación utiliza las conclusiones y elaboraciones de otros científicos como partes integrantes de su propia investigación y elaboración. De esta forma se ha logrado dar forma a un cuadro cada vez más fiel, más rico y más profundo de la realidad objetiva, acercándose a la comprensión de la misma.
La consecuencia de todo este planteamiento conlleva en el hecho de que la condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones hachas por otros es que por nuestra parte hayamos iniciado, aun de forma embrionaria, una elaboración propia y también, se deriva como consecuencia que no solo las concepciones y las ideas evolucionan históricamente, sino que también lo hacen los conceptos que las expresan.
Por lo que se concluye con que a menudo es imprescindible desarrollar, aunque sea a grandes rasgos, nuestro propio sistema de conceptos en lugar de hacerlo para un concepto.
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